No hay q pensar, no hay q escribir, no hay q vivir. Detesto estas ganas de nada. Pero la mente esta tan confusa q trastoca las ideas.
Volver al trabajo, al rock&roll, uno de los pocos trabajos q vale la pena. Darse cuenta q las cosas no siempre terminan como uno espera, darse de frente contra el fracaso y q no nos importe demasiado. Son cosas q a uno lo acercan cada día mas a la mediocridad tan temida. Pero es así, no hay forma de cambiarlo, ni mucho tiempo para gastar en análisis. La vida sigue en cada segundo, la depresión se tapa con la vorágine de la vida y el tiempo sigue corriendo.
La mente, el cuerpo y el alma anestesiada son los mejores remedios para ciertos momentos de la vida. Solo hay que saber cuando volver a sentir, es la única forma de seguir adelante.
Anestesiados vamos. Nos emborrachamos de horarios. Nos organizamos hasta para tomar el alcohol. Nos agendamos para no ver cómo el tiempo pasa. Y pasa. Sólo el amor pudo simular la eternidad.