Después de un largo rato tuve deseos, tiempo y fuerzas para dedicarme una noche de soledad. Rondando noviembre encontré el momento exacto para volver a disfrutar de este vacío q me rodea día tras día. Curioso es como los detalles del destino se presentan en las horas menos esperadas.
Las responsabilidades desaparecen y las habilidades se multiplican, las ideas se desordenan aun más, y colapsan para crear un todo q busca significados ocultos. Todo fue muy rápido, apenas detalles alcanzaron para diagramar la nada después de meses cortos y mesas siempre llenas de cosas sin importancia.
Los encuadres desvarían, los cigarrillos se continúan y las cosas siguen fluyendo. Las habitaciones se llenan de humo, la música se escucha aunque no suena y el efímero tic tac se deposita en remeras viejas. Los planes surgen al instante y la imaginación organiza la vida q todavía no se anima a ser una vida completa.
Los libros se acercan, las paredes se achican y el tiempo solo sigue fluyendo buscando el valor, q no esta seguro de encontrar. Hay goteras amargas q nos devuelven a la amarga realidad de lo q somos. Buscamos un por que, que siempre encontramos. Y eso es lo q mas pena nos da. Buscamos evadir los por que, y en circulo vicioso, lo q nos libera siempre nos condena.
La vida es esto, búsqueda, solo búsqueda. Fingimos encontrar respuestas definitivas a momentos únicos y no hacemos mas que demorar las decisiones en pos de todo el resto, que es lo que en realidad le da forma a esta gran locura q llamamos vida.