Mi vida se ha convertido en un gran embudo q me lleva a depositarme siempre frente al monitor.
La gran avenida q me condujo a mi hogar simulaba, con las luces de los semáforos, un gran árbol de navidad, que lucia triste y obsoleto a principios de septiembre.
Por que siempre lo que me une a lo q soy, me separa de lo q debo ser. Porque al abrir los regalos siempre me encuentro con esta realidad. Quizás debo aceptar q luchar contra lo q soy no se va a modificar mientras yo no decida tomar la decisión de cambiar. Tal ves debo aprender a convivir con este nene malo, que solo recibe satisfacciones efímeras.
Basar la vida en el presente trae sus consecuencias negativas, no lo voy a negar. Pero enfocarnos en despertar siendo un poco mejor de lo que fuimos hoy, es algo q vale la pena. Nuestro objetivo en la vida debe ser eso, nacer cada día siendo un poco mejor, siendo mas personas. Reconociendo que el progreso de la humanidad solo se lograra mediante el progreso individual, no en algo material, en algo espiritual. Pensando un poco mas en el ser q tenemos al lado, entendiendo que su deterioro solo genera nuestra propia perdición.
Ya hace algún tiempo, q los días se suceden como algo inconexo. Que cada mañana solo es el preludio a horas aburridas, sin mucho significado aparente. Surge de manera arrolladora el óseo creativo, aquello que Descartes resumió magníficamente en “tiempo, serenidad y una buena estufa”, bueno, por aquí, eso es lo q sobra.
Las horas me encuentran escribiendo sin parar, una cosa tras otra, sin demasiado análisis, ni recato alguno por la estética. Solo necesito ver q algo sale de mi cabeza. Me siento en la obligación de hacer algo con todo este tiempo libre, por mas no sea esperar con ansias el comienzo de una nueva etapa. Realmente no tengo muy en claro hacia donde se dirigirá, pero sinceramente, me tiene sin cuidado.
Comprendí, al fin, que buscar la trascendentalidad es algo q nubla la vista, y no nos permite vivir plenamente. Y justamente esto último es lo que le dará sentido a nuestra existencia. Encontrar un fin supremo desde el comienzo no nos permite disfrutar de la búsqueda de este, el nacer cada día y tener q levantar la cabeza, mirar hacia delante, para hallar aquello q deseamos es algo maravilloso, llena la vida de sensaciones buenas y malas, nos obliga a superarnos, a crecer.
El párrafo anterior suena muy a nefasto libro de autoayuda, pero creo q es así. De otra manera seria como mirar una película al revés.
Asi q aquí estoy, inmerso en un limbo donde la realidad se distorsiona y se modifica constantemente, todos los dias surge algo nuevo, algo q me hace pensar y meditar. Muchas veces se vuelve agotador, en otras se torna insoportablemente aburrido. Pero tener la seguridad de que pronto terminara, me permite disfrutar, aun, de los malos momentos.