La verdad sobre la vida misma se basa simplemente en dos cosas, hacer y dejar hacer. Esta breve definición aunque en su primera lectura parezca correcta posee algunos puntos oscuros que tratare de explicar de manera simple y sencilla. El hacer implica siempre un deseo por parte del que, precisamente, desea hacer. Pero esta obviedad para algunos no se encuentra tan explícita para otros.
En los tiempos que corren los deseos de las personas son muy variados, pero en mucho casos no complicados de lograr. El problema con el hacer, o sea con el desear, es cuando esto depende además de la voluntad de otra u otras personas para realizarse. Para explicarlo mejor cuando mi hacer depende exclusivamente del hacer de otro ser. Yo se que esto parece un juego de palabras que busca la complejidad de un concepto, pero si lo analiza con cuidado y agudiza su razonamiento se dará cuenta q no es así, y sobre todas las cosas, q esto es muy cierto.
Esta en mi consideración q conjugar el deseo de dos o mas individuos para muchos resulta algo sencillo, esto es precisamente cuando el deseo esta rodeado de sencillez y superficialidad, cuando solamente se pretenden cosas ínfimas, q en realidad no son mas q parches del subconsciente para las cosas q deseamos y tememos no poder alcanzar nunca.

Esta es la crueldad de estar impregnados de realidad y de dominar en su totalidad al alma y sus caprichos.

Acabo de regresar a mi hogar después de una noche de jolgorio. La cabeza late y las ideas están difusas. El escribir no es mas q un reflojo al insomnio y las palabras aparecen como ecuaciones indescifrables. El tiempo sobra y todo lo demás también.
A esta hora todo se transforma en una expedición. Entre los mudos sonidos de la noche evitamos a cualquier precio que nuestros inmundos ruidos perturben la quietud de aquellos que yacen o deambulan. Los objetivos son establecidos y recién entonces comienza la travesía. Se imaginan los peligros y la forma de evitarlos, se trazan rumbos, planes de ruta y vías de escape, dilatando el momento en que debamos tomar coraje y emprender camino. Nos lanzamos hacia nuestras metas, excitados y aterrados, llegamos al nefasto punto de no retorno y decidimos continuar.
Es increíble la capacidad que tienen algunos seres para negar la razón, son ellos mismos los que se vuelven inmortales por conseguir sus objetivos sin que nada logre interponerse, son los valorables. Los eternos.

El recordar la vieja historia del post anterior hizo q mi cabeza se llene de ideas en relación a la felicidad, sus porqués y significados. Me tome el tiempo necesario para q se peleen entre ellas, me torturen y se amiguen. Aquí algo de lo que quedo de todo eso.
Partiendo de la base de q la felicidad es solo un estado de ánimo más q experimentan las personas, quiero tratar de descubrir q es lo q genera esta sensación de bienestar, por q se produce.
En primer termino, creo q la felicidad y la propensión a esta se encuentra estrechamente relacionada con los rasgos de personalidad de cada individuo. No es mi tarea, al menos en este escrito, analizar cuales son las causas q conforman el modo de ser de cada uno, aunque tengo en claro q las circunstancias que forjan nuestra personalidad se relacionan fuertemente con nuestra concepción de felicidad y la posibilidad de encontrarla o no.
Observando un poco lo q me rodea pude clasificar las diferentes actitudes frente a la vida. Esta claro q esta es una clasificación muy simple con el objetivo de darle algo de claridad a este pseudo-ensayo.
Decidí entonces separarlas en tres tipos:
La primera, y mas común, se encuentra en aquellas personas que viven por q hay q vivir, q no se detienen un segundo a pensar en nada y la vida transcurre como algo natural, aunque ellos ni quiera tienen noción de si esto es así o no. Estos seres extremadamente simples abundan en todas las sociedades. Sin capacidad ni interés en el pensamiento critico, solo están aquí y ya. Tienden a confundir el concepto de felicidad con cualquier cosa q los haga sonreír y no presentan cuestionamiento alguno sobre problemas existenciales.
La segunda esta integrada por aquellos que consideran la vida como algo maravilloso, disfrutan cada momento al máximo y no se atan a nada. Desconocen toda acción racional y solo siguen sus impulsos, reniegan de lo establecido. Sufren por cuestiones sociales, tales como la pobreza, el hambre, etc. Escasas son las ocasiones en que analizan cuestiones existenciales, les gusta dar su opinión sobre cualquier tema y q esta sea considerada como la mejor, ya q proviene de un espíritu libre. La felicidad parece ser algo innato en ellos, por sus venas corre la intoxicante alegría de vivir.
Por ultimo aparecen individuos taciturnos, al verlos da la sensación de q sufren la vida. Nada los conforma y todo esta rodeado de un porque. Viven tratando de descifrar cual es el significado de su vida en este mundo. Todo acontecimiento u opinión es motivo de un exhaustivo análisis, q en la mayoría de los casos tendrá una resolución negativa. Queda claro q lo existencial es su favorito, y q la felicidad es algo efímero, tan solo un instante perfecto destinado a desaparecer.

Si bien esta clasificación deja muchas cosas por desenredar, mis deseos de escribir se han agotado, creo q deje algunas cosas en claro, o no. De todas formas es lo q hay.
Por si alguien tiene la inquietud, mi ultimo encuentro con la felicidad, por paradójico q suene, fue el día q una vieja radio escupió la gastada voz del polaco cantando garúa.